Situadas en la cripta de la iglesia franciscana de Santa Catalina en Belén. El rey Herodes, que temía el nacimiento de un rey rival, decretó la muerte de todos los niños menores de dos años en Belén y sus alrededores. Bajo la iglesia de la Natividad de Belén está el cementerio del que se dice que es el lugar en el que fueron enterrados los inocentes.